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Sentido del olor

 


El olfato es uno de los sentidos más poderosos que tenemos. Los aromas son el soporte de recuerdos de todas las etapas de nuestra vida. La memoria guarda imágenes, sonidos, sensaciones, pero casi ninguna transporta al momento exacto. De hecho, las imágenes cambian, se modifican, los sonidos se escurren con el paso del tiempo, varían y suelen retirarse o ser un mero eco de lo que alguna vez fueron.

Las sensaciones tienen el poder de accionar en retrospectiva, pero por lo general se diluyen y resulta trabajoso volver a la reconstrucción total de la sensación y que vuelva a doler o se perciba de igual modo que la primera vez que algo punzó la piel o se miró por primera vez.

El olfato sí tiene el poder de traslación espontánea y de repente el aroma a laurel puede llevarte a la cocina de tu abuela. Los perfumes también cuentan con esa fortaleza y alcanza con sentir apenas un halo de sus aromas para que vuelva la esencia de la persona que fue la primera referencia. Lo más raro es en cómo a través de dicha esencia las imágenes regresan, se pasean en pensamientos y volvemos a un momento que, olfato mediante, nos transporta en estado real al sentido del olor.


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